Oscar Niemeyer, ese anciano con alma de niño, capaz de seguir emocionándose y emocionando a los que amaban su arquitectura, murió el pasado 9 de diciembre a los 104 años. Su vida, intensa y llena de energía, vibrante y luminosa se hace presente con sus obras, edificios llenos de luz y curvas desperdigados por todo el mundo. Photo by unknown author.
Niemeyer nació el 15 de diciembre de 1907 en Río de Janeiro. Su trabajo como arquitecto se vió impulsado por su colaboración con Le Corbusier en 1947 para diseñar parte del complejo de edificios de las Naciones Unidas en Nueva York, aunque ya antes había trabajado con Le Corbusier y Lucio Costa en el proyecto para el ministerio de educación de Río de Janerio en 1936. Dicho proyecto presentaba uno de los primeros rascacielos en los que las cristaleras y la luz eran los protagonistas.
Oscar Niemeyer with his wife in Río 1950 photo by Haywood Magee
Su obra maestra fue dar forma a la nueva ciudad de Brasilia en los años 50 y 60. Brasilia es su modelo, sus edificios, los diseñados por Niemeyer serán repetidos una y mil veces con variantes en cada una de sus posteriores obras, todas extraordinarias y únicas. Como Niemeyer dijo en una entrevista del 2006, cuando contaba con 98 años: «… If you go to Brasilia you might not like it, say «there is something better, but there is nothing like it»…».
The Brazilian presidential palace Planalto by Michael Kappeler
The National Congress by Image Broker
Uno de sus primeros trabajos fue la iglesia de San Francisco de Asís. Las autoridades eclesiásticas de la época, bastantes conservadoras, no vieron con buenos ojos su diseño, que consideraban poco ortodoxo y rehusaron consagrarla para su culto hasta 1959. Niemeyer también diseñó la catedral de Brasilia. En una entrevista se refería a este diseño: » I didn´t want an old-style cathedral-dark, a reminder of sin. I wanted something happier».
Church of Saint Francis of Assisi by unknown author
Brasilian cathedral by Evaristo Sa
Niemeyer explicaba muy bien lo que él pretendía con sus diseños, lo que sentía cuando dibujaba una línea, cuando soñaba un nuevo edificio y así lo dejó plasmado en sus memorias «The curves of time» en 1998: «…right angles don´t attract me. Nor straight, hard and inflexible lines created by human… What attracts me are free and sensual curves. The curves we find in mountains, in the waves of the sea, in the body of the woman we love…»
Museum of Modern Art in Niteroi (Río de Janeiro)
El museo de arte moderno en Rió de Janeiro es una de mis obras favoritas. A muchos les recuerda a un platillo volante posado suavemente sobre la Bahía Guanabara. Su entrada es espectacular.
Entrance of the Museum of Contemporary Art in Niterói by Alan Weintraub y Vanderlei Almeida
Cuando murió, Niemeyer contaba con más de 600 proyectos repartidos por todo el mundo. Su colaboradores más directos hablan de él como el arquitecto que estuvo trabajando hasta el final, recibiendo las visitas de su equipo de trabajo y manteniéndose informado del desarrollo de sus obras. Con una mente clara hasta el final, muchos subrayan como nunca hablaba de la muerte, su muerte, siempre hablaba sobre la vida.
The serpentine gallery pavillioin Kensington Gardens (London) by John Maclean
Centro cultural Oscar Niemeyer (Asturias) by Alamy
Además de proyectos para grandes ciudades y particulares como las oficinas del partido comunista francés en 1965, el centro de la editorial Mondadori en Italia o Constantine University en Algeria
Constantine University (Algeria) Photo by unknown author
Sede de la Editorial Mondadori (Italia) Photo by unknown author
Oficinas del partido comunista francés. Photo by unknown author
También diseñó mobiliario, incluyendo su residencia en Río «Canoas House» en los 50. Una casa donde las luz y las curvas son todo uno.
Canoas House. Casa de Niemeyer en Río
Lounge Chair designed in Copacabana studio 2002. Photo by Frederic Reglain
Sus proyectos siempre han estado rodeados de controversia. No todo el mundo entiende la arquitectura como un juego de curvas y luz en el aire como Niemeyer propone en muchos de sus edificios. Como ejemplo de esto último se encuentra el auditorio de Ravello en Italia inaugurado en 2009 tras 10 años de controversia.
Auditorio de Ravello (Italia). Photo by unknown author.
Para finalizar, unas palabras del gran maestro recogidas en sus memorias Las curvas del tiempo:
» Aquí, entonces, está lo que quería contaros de mi arquitectura. La creé con coraje e idealismo, pero también con la conciencia del hecho de que lo importante es la vida, los amigos e intentar hacer de este mundo injusto, un lugar mejor en el cual vivir.»
Para saber más :
http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_Oscar_Niemeyer_works