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Sin miedo

27 Jun

Photo by soonorlater «Juntos»

Diálogo entre el mago Jorge Blass y el biólogo Fernando Botella

Jorge Blass:» No permitamos que el miedo a fracasar nos impida dar rienda suelta a nuestros sueños. Por supuesto, debemos preparar salidas o, como se las llama en el mundo de la empresa, planes de contingencia, pero también debemos tener siempre una actitud positiva ante el error. Cuando tenía 16 años actué por primera vez  con Juan Tamariz y me sorprendió lo que me dijo antes de salir al escenario: «Hay que conseguir tres fallos. Cuando suceda el primer fallo, ¡mucha alegría!. Cuando falles  por segunda vez, ¡más alegría! Y cuando venga el tercero, ¡siente la alegría más grande  de tu vida!»…

Fernando Botella: «Así es, Jorge, Winston Churchill decía: » El éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo». La realidad es que , a diferencia de esos hombres y mujeres que han escrito una página en la historia, nosotros no estamos preparados para gestionar el error. ¿Por qué? No sabemos hacerlo y nadie nos enseña… Con frecuencia interpretamos el error como señal de que no vamos por el camino adecuado y, sea lo que sea lo que estamos haciendo , dejamos de intentarlo. El fallo no es más que una alerta que nos advierte de la necesidad de hacer un cambio de sentido. Y el reto está en aprender a utilizarlo como parte del GPS con el que nos movemos por la vida»

Fragmento de «La fuerza de la Ilusión» Ed. Alienta. Publicado en AR julio 2011

Vivir el presente

19 May

Photo by soonorlater

«Mi hija de nueve años ha decidido que cuando sea mayor tendrá una empresa de limpieza. Ha tomado esa determinación después de pasar un fin de semana intenso ayudándome a limpiar mi despacho….

Lo de la empresa de limpieza ha sido lo que se llama, en jerga diplomática, un daño colateral, porque en realidad ese día no nos interesaba limpiar, sino encontrar un documento extraviado. Para ello tuvimos que abrir viejas cajas polvorientas llenas de carpetas, fotografías y ensayos universitarios tan intemporales como inútiles. Presenté a Alex, encantada, las caras y los nombres de mis viejos amigos, las calles y las casas en las que he vivido. Me gustó compartir con mi hija parcelas de mi vida que ella ni sospechaba. Nos reímos contando anécdotas, y lo que antaño me había parecido tan importante ahora me resultaba liviano. Después vaciamos casi todos los recuerdos con buen humor en grandes bolsas de basura. Es la primera vez que he logrado hacer una limpieza a fondo del pasado sin sentir nostalgia. Sólo un atisbo que surgió ante determinadas fotografías y cartas, pero que logré soplar suavemente como la llama de una vela. ¿Qué ha cambiado?

Creo que he sido yo. Yo he cambiado. De hecho, no creo que la Elsa de hace 20 años pudiera reconocerme hoy en día. Aquella se enredaba en sus emociones y en las de los demás, y allí pasaba mucho tiempo antustiada, dando palos de ciego. Antes, cuando una emoción o una experiencia eran incómodas, me resistía y me enzarzaba tozudamente en un monólogo interminable y agotador para intentar cambiarlas o negarlas, hasta que me quedaba sin aliento y sin fuerzas. No me dejaba traspasar, no confiaba, no me dejaba llevar a mejor puerto. Y cuando no podía más, cuando ya no cabía esperar, ponía las cartas o las fotografías en la caja como un tributo al pasado o a lo imposible. Eran un cordón umbilical que me ataba a ese pasado. Si lo piensan, era como tener un pequeño cementerio en casa.

Vivir obsesionado por el pasado o por el futuro es algo que se le da muy bien al cerebro humano adulto, experto en recordar y en prever. Sin embargo, investigaciones recientes nos dicen que disfrutar del presente, aún en los actos más sencillos como pelar una manzana o caminar, añade mucha felicidad a la vida de quienes lo intentan. Es algo que los niños, que tienen un cerebro  más inmaduro, logran hacer con mucha más naturalidad.

Vivir el presente significa que hay que hacer un esfuerzo de valentía para no aferrarse a las cosas tristes o caducas. Cuando uno abandona lo conocido, de entrada hay mucha soledad. Cuesta confiar en que llegará algo nuevo que pueda alimentarnos. La ironía es que sólo el que confía puede volver a encontrar. Si no cambiamos nada, nada cambia.

Resulta que el documento extraviado que inició este viaje al presente del que les hablo hoy lo tenía cuidadosamente guardado el padre de mi futura controladora de calidad de limpieza. Él dice que se lo di yo misma hace unos meses bajo la premisa de que todo lo pierdo. Pero visto el jugo que le he sacado a la necesidad de limpiar y ordenar mi despacho-una vocación profesional temprana-y la nada desdeñable certeza de que no todo tiempo pasado fue mejor, agradezco el despiste. Y por una vez, se lo recomiendo a todos.»

Elsa Punset (filósofa). Extracto del artículo «¿Cómo eras hace 20 años?» publicado en la revista TELVA Marzo 2011

Yoguena Chittasia Padena Vacham

8 Feb

Photo by soonorlater

El sabio Patanjali, cuyo nombre significa descenso divino gracias a una invocación, es considerado el Padre del Yoga y vivió en la India entre el año 500 y el 200 antes de Cristo. Se dice de él que fue un Savayumbu, es decir, un alma encarnada por su propia voluntad para ayudar a la humanidad. Asumió forma humana, experimentó nuestras penas y alegrías y aprendió a transcenderlas. Erudito y filósofo, fue autor de los clásicos tratados de filosofía Yoga, describiendo las distintas maneras de superar las aflicciones del cuerpo y las fluctuaciones mentales que son los obstáculos del sendero espiritual. El siguiente cántico rinde homenaje a Patanjali y describe su forma.

Yogena chittasia padena vacham
Para purificar la mente (citta) y la conciencia Patañjali nos dio la ciencia del yoga (yogena). Para purificar el uso de las palabras (pada) y nuestro discurso (vacca) nos entregó un comentario sobre gramática, de manera que nuestra utilización de las palabras y modo de expresarnos sean claros, definidos y puros.

Malam sarira siacha bay yakena
Para quitar las impurezas (malam) del cuerpo (sarira) nos dio la ciencia de la medicina (vaidyakena).

Yopa karotam pravaram muninam
Permítanme acercarme a quien nos ha dado esto.

Patanyalim pranyalir anato’smi
Permítanme bajar mi cabeza con mis manos plegadas al Señor Patañjali.

Entonces, después de conocer el trabajo del Señor Patañjali, la segunda estrofa nos dice a que se parece. Para hacer cualquier meditación su imagen tiene que estar delante nuestro.

Abahu purusha karam
De las manos a la cabeza tiene forma (karam) humana (purusa).

Shanka-chakrasi dharinam
En sus manos sostiene una concha (sankha) que simboliza la disciplina necesaria y el sonido primordial de OM y un disco (cakra) que simboliza la rueda del tiempo, el destino y la ley del Karma.

Sahasra sirasam svetam
Sobre su cabeza (sirasam) tiene las mil (sahasra) cabezas de la cobra, que representa la sabiduría y la infinitud,  porque Él es la encarnación de Adisesa, la gran cobra. Svetam significa blanco.

Pranamami PatanYalim.
Me inclino ante Patañjali.

Hari Om. A quien saludo

«Cantamos la invocación al comienzo de la clase para lograr, desde nuestro interior, un sentimiento de santidad y una actitud de entrega; porque nada puede aprenderse en este mundo a menos que tengamos humildad. Al comenzar nuestra práctica, desde el momento en que pensamos en el Señor Patañjali, nos reconocemos muy pequeños delante de esta inmensa Alma. Sólo luego de haber comprendido esto, los problemas que normalmente surgen durante la práctica, principalmente los relacionados con el ego, se verán afectados. Sabemos que descendemos para aprender algo, ya que nada puede aprenderse sin esta actitud. Si pensamos que estamos en la cima y que sabemos todo, entonces no somos aprendices. En este sentido, el canto nos ayuda.»

Esta explicación de la Invocación a Patañjali es adaptada de una entrevista dada por Geetaji en el RIMYI, en 1997

Los cuatro acuerdos: El cuarto

5 Ene

Photo by soonorlater «Rojo corazón»

El cuarto acuerdo:  Haz siempre lo máximo que puedas

«… En tus estados de ánimo diarios, lo máximo que podrás hacer cambiará de un momento a otro, de una hora a otra, de un día a otro. También cambiará con el tiempo. A medida que vayas adquiriendo el hábito de los cuatro acuerdos, tu rendimiento será mejor de lo que solía ser.

Independientemente del resultado, sigue haciendo siempre lo máximo que puedas, ni más ni menos. Si intentas esforzarte demasiado para hacer más de lo que puedes, gastarás más energía de la necesaria, y al final tu rendimiento no será suficiente. Cuando te excedes, agotas tu cuerpo y vas contra ti, y por consiguiente te resulta más difícil alcanzar tus objetivos. Por otro lado, si haces menos de lo que puedes hacer, te sometes a ti mismo a frustraciones, juicios, culpas y reproches.

Limítate a hacer lo máximo que puedas, en cualquier circunstancia de tu vida. No importa si estás enfermo o cansado, si siempre haces lo máximo que puedas, no te juzgarás a ti mismo en modo alguno. Y si no te juzgas, no te harás reproches, ni te culparás ni te castigarás en absoluto.

…Si haces lo máximo que puedas, vivirás con gran intensidad. Serás productivo, y serás bueno contigo mismo porque te entregarás a tu familia, a tu comunidad, a todo. Pero la acción es lo que te hará sentir inmensamente feliz. Siempre que haces lo máximo que puedes, actúas. Hacer lo máximo que puedas significa actuar porque  amas hacerlo, no porque esperas una recompensa. La mayor parte de las personas hacen exactamente lo contrario: sólo emprendern la accción cuando esperan una recompensa, y no disfrutan de ella. Y ese es el motivo por el que no hacen lo máximo que pueden.

Por ejemplo, la mayoría de las personas van a trabajar y piensan únicamente en el día de pago y en el dinero que obtendrán por su trabajo. Están impacientes esperando a que llegue el viernes o el sábado, el día en el que reciben su salario y pueden tomarse unas horas libres. Trabajan por su recompensa, y el resultado es que se resisten al trabajo. Intentan evitar la acción: ésta entonces se vuelve cada vez más difícil, y esos hombres no hacen lo máximo que pueden.

Trabajan muy duramente durante toda la semana, soportan el trabajo, soportan la acción, no porque les guste, sino porque sienten que es lo que deben hacer. Tienen que trabajar porque han de pagar el alquiler y mantener a su familia. son hombres frustrados, y cuando reciben su paga, no se sienten felices. Tienen dos días para descansar, para hacer lo que les apetezca, ¿y qué es lo que hacen? Intentan escaparse. Se emborrachan porque no se gustan a sí mismos. No les gusta su vida. Cuando no nos gusta cómo somos, nos herimos de muy diversas maneras.

Sin embargo, si emprendes la acción por el puro placer de hacerlo, sin esperar una recompensa, descubrirás que disfrutas de cada cosa que llevas a cabo. Las recompensas llegarán, pero tú no estarás apegado a ellas. Si no esperas una recompensa, es posible que incluso llegues a conseguir más de lo que hubieses imaginado. Si nos gusta lo que hacemos y si siempre hacemos lo máximo que podemos, entonces disfrutamos realmente de nuestra vida. Nos divertimos, no nos aburrimos y no nos sentimos frustrados.

….Si emprendes la acción porque te sientes obligado, entonces, de ninguna manera harás lo máximo que puedas. En ese caso, es mejor no hacerlo. Cuando haces lo máximo que puedes, siempre te sientes muy feliz; por eso lo haces. Cuando haces lo máximo que puedes por el mero placer de  hacerlo, emprendes la acción porque disfrutas de ella.»

«Los Cuatro Acuerdos», Dr. Miguel Ruíz. Ediciones Urano. 8ª edición.

Los cuatro acuerdos: Segundo y Tercero

4 Ene

Photo by soonorlater. «Angel from blue Lisbon»

El segundo acuerdo: No te tomes nada personalmente.

Suceda lo que suceda a tu alrededor, no te lo tomes personalmente…. Nada de lo que los demás hacen es por ti. Lo hacen por ellos mismos. Todos vivimos un nuestro propio sueño, en nuestra propia mente; los demás están en un mundo completamente distinto de aquel en que vive cada uno de nosotros. Cuando nos tomamos personalmente lo que alguien nos dice, suponemos que sabe lo que hay  en nuestro mundo e intentamos imponérselo encima del suyo.  Incluso cuando una situación parece muy personal, por ejemplo cuando alguien te insulta directamente, eso no tiene nada que ver contigo. Lo que esa  persona dice, lo que hay y las opiniones que expresa responden a los acuerdos que ha establecido en su propia mente. Si alguien te da su opinión y te dice: «¡Oye, estás muy gordo!», no te lo tomes personalmente, porque la verdad es que se refiere a sus propios sentimientos, creencias y opiniones. Esa persona intentó enviarte su veneno, y si te lo tomas personalmente, lo recoges y se convierte en tuyo. Tomarse las cosas personalmente te convierte en una presa fácil para esos depredadores…

Te comes toda su basura emocional y la conviertes en tu propia basura. Pero si no te lo tomas personalmente, serás inmune a todo veneno aunque te encuentres en medio del infierno. Esa inmunidad es un don de este acuerdo.»

….Cuando te acostumbres a no tomarte nada personalmente, no necesitarás depositar tu confianza en lo que hagan o digan los demás. Bastará con que confíes en ti mismo para elegir con responsabilidad. Nunca eres responsable de los actos de los demás; sólo eres responsable de ti mismo. Cuando comprendas esto, de verdad, y te niegues a tomarte las cosas personalmente, será muy difícil que los comentarios insensibles o los actos negligentes de los demás te hieran.»

El tercer acuerdo: No hagas suposiciones.

«Producimos mucho veneno emocional haciendo suposiciones y tomándonoslas personalmente, porque, por lo general, empezamos a chismorrear a partir de nuestras suposiciones. Recuerda que chismorrear es nuestra forma de comunicarnos y enviarnos veneno los unos a los otros en el sueño del infierno. Como tenemos miedo de pedir una aclaración, hacemos suposiciones y creemos que son ciertas; después, las defendemos e intentamos que sea otro el que no tenga razón. Siempre es mejor preguntar que hacer una suposición, porque las suposiciones crean sufrimiento….

No es necesario que justifiquemos el amor; está presente o no lo está. El amor verdadero es aceptar a los demás tal como son sin tratar de cambiarlos. Si intentamos cambiarlos significa que, en realidad, no nos gustan. Por supuesto, si decides vivir con alguien, si llegas a ese acuerdo, siempre será mejor que esa persona sea exactamente como tú quieres que sea. Encuentra a alguien a quien no tengas que cambiar en absoluto. Resulta mucho más fácil hallar a alguien que ya sea como tú quieres que sea, que intentar cambiar a una persona. Además, ese alguien debe quererte tal como eres para no tener que hacerte cambiar en absoluto. Si otras personas piensan que tienes que cambiar, eso significa que, en reaidad, no te aman tal como eres.

…Imagínate tan sólo el día en que dejes de suponer cosas de tu pareja, y a la larga, de cualquier otra persona de tu vida. Tu manera de comunicarte cambiará completamente y tus relaciones ya no sufrirán más a causa de conflictos creados por suposiciones equivocadas. La manera de evitar las suposiciones es preguntar…Una vez escuches la respuesta, no tendrás que hacer suposiciones porque sabrás la verdad.»

«Los Cuatro Acuerdos» Dr. Miguel Ruiz. Ediciones Urano. 8º edición.

Los cuatro acuerdos: El primero

4 Ene

Photo by soonorlater «Angel from orange Lisbon»

Primer Acuerdo : Sé impecable con tus palabras

«Ser impecable con tus palabras significa utilizar tu energía correctamente, en la dirección de la verdad y del amor por ti mismo. Si llegas a un acuerdo contigo para ser impecable con tus palabras, eso bastará para que la verdad se manifieste a través de ti y limpie todo el veneno emocional que hay en tu interior. Pero llegar a este acuerdo es difícil, porque hemos aprendido a hacer precisamente todo lo contrario. Hemos aprendido a hacer de la mentira un hábito al comunicarnos con los demás, y aún más importante, al hablar con nosotros mismos

…. Durante años, las palabras de los demás nos han transmitido chismes y nos han lanzado hechizos, pero lo mismo ha hecho la manera en que utilizamos las palabras con nosotros mismos. Nos hablamos constantemente, y la mayor parte del tiempo decimos cosas como : «Estoy gordo. Soy feo. Me hago viejo. Me estoy quedando calvo. Soy estúpido, nunca entiendo nada. Nunca seré lo suficientemente bueno. Nunca seré perfecto». ¿Ves de qué modo utilizamos las palabras contra nosotros mismos? Es necesario que empecemos a comprender lo que son las palabras y lo que hacen. Si entiendes el Primer Acuerdo, verás cuántos cambios ocurren en tu vida. En primer lugar, cambios en tu manera de tratarte y en tu forma de tratar a otras personas, especialmente aquellas a las que más quieres.

…..»Sé impecable con tus palabras». Este es el primer acuerdo al que debes llegar si quieres ser libre, ser feliz y trascender el nivel de existencia del infierno. Es muy poderoso. Utiliza tus palabras apropiadamente. Empléalas para compartir tu amor. Usa la magia blanca empezando por ti. Dite a ti mismo que eres una persona maravillosa, fantástica. Dite cuánto te amas. Utiliza las palabras para romper todos esos pequeños acuerdos que te hacen sufrir.»

«Los cuatro Acuerdos» Dr. Miguel Ruíz. Ediciones Urano, S.A 8ª edición.  http://edicionesurano.com

La búsqueda

23 Mar

Photo by SipritArt

“Con el amor y la compresión llega la perspectiva de la paciencia infinita. ¿De qué sirve tener prisa? De todas maneras, aunque tú no lo veas así, el tiempo no existe. Cuando no vives en el presente y te dejas absorber por el pasado o te preocupas por el futuro, te apenas y te afliges a ti mismo. El tiempo también es ilusión. Incluso en el mundo tridimensional, el futuro es un sistema de probabilidades. Entonces, ¿por qué te preocupas?.

Puede hacerse una terapia para el yo. Comprender forma parte de ella. El amor es la terapia fundamental. Los terapeutas, los maestros y los gurus pueden ayudarte, pero sólo durante un tiempo limitado. El camino verdadero es la introspección, y tarde o temprano deberás recorrerlo sin ayuda de nadie. Aunque, en realidad, nunca estés solo.

Cuando sea necesario, mide el tiempo, pero hazlo en lecciones aprendidas y no en minutos, horas o días. Puede curarte en cinco minutos si alcanzas el nivel de entendimiento adecuado. O puede tardar cincuenta años. Da lo mismo.

Debes recordar el pasado y después olvidarlo. Déjalo atrás. Este proceso es útil tanto para los traumas de la infancia como para los de vidas anteriores, y también sirve para cambiar de actitud, para aclarar los malentendidos, para modificar los sistemas de creencias que se nos han inculcado y para renovar todo tipo de viejas ideas. De hecho, puede aplicarse a toda clase de pensamientos. ¿Cómo podrás ver las cosas con claridad y frescura si reina el caos en tu mente? ¿ y si necesitas aprender algo nuevo?¿ Y si has de adoptar una nueva perspectiva?

Los pensamientos crean la ilusión de la división y la diferencia. El ego la perpetúa y esta ilusión conduce al miedo, la angustia y un profundo sufrimiento, que a su vez, producen rabia y violencia. ¿Cómo puede haber paz en el mundo cuando predominan estas caóticas emociones? Hay que desenmarañarlas, volver al origen del problema, a los pensamientos, a los viejos pensamientos. Dejad de preocuparos y emplead vuestra sabiduría intuitiva para sentir el amor otra vez. Meditad. Sed conscientes de que todo está entrelazado y relacionado entre sí. Concentraos en la unidad, no en las diferencias. Fijaos en vuestro yo verdadero. Contemplad a Dios.

La meditación y la visualización os ayudarán a detener el caudal de vuestros pensamientos y a empezar vuestro viaje de regreso al pasado. Así se producirá la curación. Empezaréis a utilizar vuestra nueva mente. Veréis. Comprenderéis. Vuestra sabiduría crecerá. Entonces habrá paz.

La relación que mantienes contigo mismo es similar a la que mantienes con los demás. Has vivido en muchas épocas y en distintos cuerpos. Por consiguiente, pregúntale a tu yo actual por qué tiene tanto miedo. ¿Por qué te asusta correr riesgos razonables? ¿Acaso te preocupa tu reputación o lo que los demás piensen de ti? Estos miedos te condicionan desde la infancia o incluso desde antes.

Hazte  estas preguntas:¿Qué tengo que perder? ¿Qué es lo peor que puede ocurrir? ¿Quiero vivir el resto de mi vida en estas condiciones?. Comparado con la muerte, ¿esto es tan arriesgado?.

En tu evolución no tengas miedo de encolerizar a otras personas. La cólera es sólo manifestación de su inseguridad. El hecho de tener miedo de su ira puede frenar tu progreso. La rabia sería algo simplemente estúpido si no generara tanto sufrimiento. Transfórmala en amor y perdón.

No permitas que la depresión o la angustia obstaculicen tu desarrollo. Cuando te deprimes, pierdes la perspectiva, olvidas y das las cosas por sentado. Agudiza tu atención. Recapacita sobre tus valores. Recuerda qué es lo que no debes dar por hecho. Cambia tu punto de vista y no olvides lo que es importante y lo que no lo es. Evita caer en la rutina. No pierdas la esperanza.

Cuando te angustias, te sientes perdido dentro del ego, sin límites que te protejan. Se despierta en ti un vago recuerdo de la falta de amor, una herida en tu amor propio, una pérdida de paciencia y de serenidad. Recuerda que nunca estás solo.

Te el valor de correr riesgos. Eres inmortal. Nadie puede hacerte daño.»

Brian Weiss “Lazos de amor”. ZETA bolsillo Ediciones B 2006 http://www.edicionesb.com

Para saber más: http://www.brianweiss.com/

Lo que esperas

22 Mar

El bambú japonés

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha require de buena semilla, buen abono y riego.

También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita, seas!.

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un periodo de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros!.

¿Tardo sólo seis semanas en crecer?. No, la verdad es que tardó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones  rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.

Quizás por la misma impaciencia, muchos de ellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta. Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan de forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.

De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en la que creemos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante. En esos momentos (que todos los tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos-, ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos-, si está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.

Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.

El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.

Tiempo… ¡Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos…!

Les metemos prisa a nuestros hijos en su crecimiento, al taxista…nosotros mismos hacemos las cosas con prisa, no se sabe bien porqué….

Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés…¿Para qué?.

Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación. Si no consigues lo que anhelas, no desesperes….quizás sólo estés echando raíces.

Photo by soonorlater

Fórmula maligna

25 Jul

Formula maligna

Para saber más: http://uncyclopedia.wikia.com/wiki/Main_Page

El tiempo de las luces

10 Jul

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Photo by A Dharma Burn

He llegado a la aterradora conclusión de que yo soy el elemento decisivo . Es mi enfoque personal el que crea el clima. Es mi humor diario el que determina el estado del tiempo. Tengo un gran poder para hacer que mi vida sea triste o alegre. Yo puedo ser una herramienta de tortura o un instrumento de inspiración, yo puedo humillar o inspirar, puedo herir o curar. En todas las situaciones, es mi respuesta frente a lo que ocurre la que decide si una crisis va a exacerbarse o mitigarse, si una persona va a ser deshumanizada o humanizada. Si tratamos a la gente como son, lo empeoramos. Si tratamos a la gente como lo que debieran ser, vamos a ayudarles a ser capaces de convertirse en lo que pueden ser.

Goethe (1749-1832)