Photo by Christian Coigny. http://www.christiancoigny.com.
Una profesora pidió a un grupo de estudiantes de primaria que hiciera una lista de las que ellos pensaban que eran las «siete maravillas del mundo» de nuestra época. A pesar de ciertas diferencias, las que más votos recibieron fueron:
1. Las pirámides de Egipto.
2. El Taj Mahad, en India.
3. El Gran Cañón del Colorado, en Arizona (EE.UU.)
4. El Canal de Panamá.
5. El Empire State Building, en Nueva York.
6. La Basílica de San Pedro, en Roma.
7. La Gran Muralla, en China.
Mientras contaba los votos, la maestra notó que una niña no había terminado de escribir sus sugerencias, así que le preguntó si tenía alguna dificultad con su lista, al o que la pequeña respondió: «Si, un poco. No puedo terminar de decidirme porque hay muchas». Y la maestra le dijo: «Bueno, léenos lo que tienes hasta ahora y, a lo mejor, te podemos ayudar». La niñas lo pensó un instante, y luego leyó: «Yo pienso que las siete maravillas del mundo son éstas:»
1. Ver.
2. Oir.
3. Tocar.
4. Probar.
5. Sentir.
6. Reir.
7. Amar.»
La clase se quedó completamente en silencio, porque es cierto que, para muchas personas, las cosas más preciadas de la vida no se pueden fabricar, ni es posible comprarlas.