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Cada día, cada semana, cada mes, cada año

1 Jun

Photo by unknown author. Found in the internet.

«…Tenemos la idea de que los hombres sólo piensan en el sexo, pero en el fondo lo que buscan es sentirse queridos. Al principio , cuando nos enamoramos, todo es nuevo y, con el paso del tiempo, esa tensión sexual hay que recrearla. Tiene que haber un componente de novedad, misterio, algo prohibido. Vamos, que dejes salir a la niña pícara que vive en ti. “¿Por qué los adultos hemos perdido la capacidad de jugar como los niños? Lo cierto es que ésta sigue viviendo en nosotros. Sólo hay que ver el clima que se crea cuando un grupo de amigas se reúne, las risas que se pueden echar. Pues en el sexo pasa lo mismo, como cuando te ríes con tu pareja de una broma absurda. Esa complicidad es la que tenéis que trasladar a la cama. Tienes que ser un poco gamberra- aconseja Sylvia de Béjar- Por ejemplo, le dices a tu pareja: “Hoy mando yo”. Le vendas los ojos y comienzas a acariciarle, a besarle…. Te inventas que eres médico y que le estás examinando.»

«Sé realista y no esperes a las doce de la noche, tras una agotadora jornada, para dar rienda suelta a tu pasión. En esos momentos estarás “con ganas de cama, pero de meterte en ella y caer en brazos de Morfeo”. Si sabes que el sueño te va a vencer, planifícate: “un encuentro sexual no dura más de 30 minutos y, si dura más, es porque queréis alargarlo. Deja de ver telebasura y acuéstate antes.” Como recomienda la autora de “Deseo” (Ed Planeta)”cada día, un arrumaco; cada semana , una cita; cada mes, una escapada y cada año, unas vacaciones solitos”.

Para saber más:

http://www.ar-revista.com  mayo 2011 Raquel Vega

Sylvia de Bejar «Deseo». Editorial Planeta 2011

Martina

5 Ago

Martina

Photo by Cambiodefractal (Sandra Lara)  «Big fish eats the little fish»

«En la penumbra comenzaron a abrazarse y pronto se derrumbaron sobre la humedad del suelo. Ulises perdió las gafas al mismo tiempo que sus manos buscaban los muslos de Martina y la pareja se entregó de forma ruda a su propia pasión como dos animales dentro de la cueva. Desde el principio de abril, cuando Ulises conquistó la mano de Martina en lo alto del acantilado, hasta ese momento en que el cuerpo de ella se le abría por completo en el interior de ese aljibe natural ni Ulises ni Martina habían pronunciado una sola palabra de amor. Su silencio lo llenaba el deseo. El nudo que les ataba era sólo la carne, sin ningún juramento y eso les bastaba para buscarse. Fue una sorpresa para ellos sentir que hablaban y gemían de forma inconexa y emitían sonidos guturales incontrolados para acompañar el estertor de sus cuerpos. No se reconocían en esa naturaleza pero al finalizar aquel primer orgasmo compulsivo ambos experimentaron también el vacío que les saciaba hasta el fondo de los sentidos y quedaron de espaldas contemplando el techo de la gruta donde alguien había escrito una frase con una brocha de alquitrán, que Ulises no podía leer y que Martina no entendía.»

Manuel Vicent «Son de mar». Premio Alfaguara de Novela 1999. Editorial Punto de lectura (1999)

Ulises

5 Ago

Ulises

Photo by Cambiodefractal (Sandra Lara)  «Since»

» – ¿Quién te ha hecho esa cicatriz en la barbilla?

-Me mordió una loba. Me tuvieron que dar siete puntos de sutura.

-¿Cómo sucedio? – preguntó Xavier.

-Fue en el interior de una madriguera. Me amó de tal manera esa loba que quiso demostrarme cómo besa una mujer de verdad. En tiempos de las cavernas los besos eran mordiscos.

-Martina no tiene pinta de ser tan fiera.

-Estoy unido a ella por esa cicatriz y por un arpón de pescar marrajos. Así de fuerte- dijo Ulises.»

Manuel Vicent  «Son de mar». Premio Alfaguara de Novela 1999. Editorial punto de lectura (1999).