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El sexo tántrico se centra en la visualización como método para crear energía sexual. Cuando tu amante comienza a acariciarte, siente lo mucho que te ama. Imagina su amor hacia ti fluyendo de sus dedos y de sus manos y abrigándote. Sumérgete en su abrazo. Cuando te bese, siente que con cada beso te está demostrando cuánto te quiere. Imagina que la energía sexual que estáis creando entre los dos es visible como si fuera una luz roja o verde que emana de vuestros genitales y que os rodea como si fuera un campo de fuerza amoroso. Cuando tu pareja te toque, imagina que tu excitación crece como una onda de luz. Mírala como una llama o una especie de energía que emerge desde lo más profundo de tu pelvis y se añade al campo de fuerza rodeándote y dándote soporte. Cuando empieces a hacer el amor, imagina cómo la energía fluye desde la base de tu columna vertebral hasta tu corazón y piensa en ella como en la energía de amor que rodea tu corazón (tómalo como un juego) y siente cómo poco a poco alcanza y rodea el corazón de tu amante. Después, a medida que tu grado de excitación vaya aumentando, siente cómo la energía va saliendo y fluyendo por la parte superior de tu cabeza
Ése es el camino de la iluminación, centrándose en lo positivo y concentrándose en el flujo de energía.
En la tradición tántrica, la respiración interior se asocia con la energía y la exterior con la conciencia. Ésta es una buena base para practicar un poco de meditación antes de hacer el amor. Concentraos en acumular energía con cada respiración interior, con cada respiración exterior, y que esa concentración sirva para saber cómo os sentís en cada preciso momento.
La respiración yógica consiste en respirar hondo, mantener el aire en los pulmones, expulsarlo y hacer una pausa antes de respirar de nuevo. Practícalo respirando en un tiempo, manteniendo el aire en cuatro y expulsándolo en dos y finalmente haciendo una pausa. Repítelo hasta que lo hagas de forma automática y natural.
No hay nada tan excitante como el hecho de respirar juntos. Intentadlo una vez al día, en la cama o fuera de ella, con la ropa puesta o desnudos. Abrazaos el uno al otro y sincronizad vuestra respiración. Dejad que los pensamientos pase por vuestra cabeza sin deteneos en ellos. Sólo estad el uno con el otro.
Una de las formas más hermosas es la respiración de corazón. Colocad las manos de forma plana sobre vuestro torso, entre los pechos (sobre le chakra del corazón). Cerrad los ojos. Ahora praticad la respiración yógica. Imagina que estás recibiendo amor con cada inspiración y, mientras mantienes el aire en los pulmones, siente cómo invade todo tu cuerpo y tu espíritu. Al final, cuando expires, imagina el aire dejando tu cuerpo como una onda de amor que envuelve y rodea a tu amante. Abre los ojos y observa a tu pareja mientras respiráis juntos.
“Mejor Sexo”. Elisabeth Wilson . Editorial Nowtilus. Colección: Ideas brillantes. http://www.52ideasbrillantes.com